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El fin del soporte de Windows 10 y Office 2016 y 2019 afecta a millones de empresas que aún emplean estos software en sus equipos
Todo lo bueno se acaba. O eso es lo que piensa Bill Gates. Microsoft ha anunciado el fin del soporte de Windows 10, el sistema operativo que aún tienen millones de ordenadores en todo el planeta, y Office 2016 y 2019, el paquete de aplicaciones con el que trabajan incontables empresas a nivel global y que incluye Word, Excel o Power Point.
La cuenta atrás para el fin del soporte de Windows 10 y Office 2016 y 2019 ya ha comenzado. De hecho, esta efeméride se encuentra a la vuelta de la esquina: El 14 de octubre es la fecha escogida por Microsoft para el fin del soporte de Windows 10 y Office 2016 y 2019.
Si bien, en el caso de Windows 10 es posible acogerse al programa ESU, que proporcionará actualizaciones de seguridad para este sistema operativo durante un año más, hasta octubre de 2026. Eso sí, formar parte de este programa no es gratis. Las empresas deben pagar 61$ por cada dispositivo.
¿Qué alternativas ofrece Microsoft ante el fin del soporte de Windows 10 y Office 2016 y 2019?
- Actualizar el sistema operativo de los ordenadores a Windows 11 en caso de que los dispositivos estén preparados para ello.
- Si los ordenadores no pueden dar el salto a Windows 11, deben ser cambiados por equipos nuevos.
- También es posible migrar a Windows 11 en la nube, que cuenta con el entorno de trabajo Microsoft 365.
- Adquirir Office 2024, la última versión de la suite de aplicaciones de Microsoft o contratar suscripciones a Microsoft 365, el entorno de trabajo Cloud de la compañía de Gates que ya emplean millones de negocios y profesionales.
¿Por qué es relevante para el tejido productivo el fin del soporte de Windows 10 y Office 2016 y 2019?
- Por el uso masivo de ordenadores con Windows 10 y las aplicaciones de Office 2016 y 2019.
- Por el coste que puede suponer para las empresas pasar a Windows 11 y Office 2016 y 2019.
- Porque a pesar de que el fin del soporte de Windows 10 y Office 2016 y 2019 se anunció hace tiempo, aún hay numerosas empresas que trabajan con equipos y aplicaciones cuyo ciclo de vida llega a su fin.
- Porque el fin del soporte de Windows 10 y Office 2016 y 2019 supone un riesgo para la seguridad de las empresas, ya que Microsoft dejará de desarrollar y lanzar actualizaciones de seguridad que aseguren los equipos y las aplicaciones ante nuevas vulnerabilidades.
¿El fin del soporte de Windows 10 y Office 2016 y 2019 implica que dejarán de funcionar?
No. Los ordenadores con Windows 10 y las licencias de Office 2016 y 2019 seguirán operativas.
Lo que parece una buena noticia puede convertirse en una mala. ¿Por qué? Muchas empresas querrán eludir la inversión en nuevos equipos y en licencias de Office o el feed de Microsoft 365.
Y esto puede acabar por exponerlas gravemente a amenazas que, de materializarse, pueden causarles pérdidas económicas, reputacionales y competitivas severas.
Además, es importante tener en cuenta que el fin del soporte de Windows 10 implica que Microsoft ya no seguirá incorporando mejoras ni al sistema operativo ni a las aplicaciones que conforman Office 2016 y 2019.
Por lo que las empresas que no actualicen los sistemas operativos de sus ordenadores, ni el paquete de aplicaciones Office estarán trabajando con dispositivos y programas desfasados que no incluyen muchas funcionalidades incorporadas a las últimas versiones.

¿Por qué el fin del soporte de Windows 10 y Office 2016 y 2019 supone una amenaza para millones de empresas y profesionales?
Sin embargo, el principal inconveniente del fin del soporte de Windows 10 y Office 2016 y 2019 está relacionado con la seguridad de los negocios. ¿Por qué?
Uno de los principales motivos por los que las empresas que desarrollan software y hardware lanzan actualizaciones de forma periódica es para incorporar parches de seguridad que resuelvan vulnerabilidades descubiertas y para optimizar continuamente los mecanismos de seguridad de sus productos.
Por lo tanto, el fin del soporte de Windows 10 y Office 2016 y 2019 conlleva que las empresas estarán usando ordenadores y programas que pueden verse expuestos ante la aparición de nuevas vulnerabilidades o el desarrollo de técnicas de ataque capaces de superar sus mecanismos de seguridad.
Las consecuencias y el coste de los ciberataques contra pymes pueden ser de enorme gravedad:
- Robo de datos confidenciales: información personal de clientes, documentos estratégicos, propiedad intelectual e industrial…
- Disrupciones en la actividad normal de la empresa que pueden llegar a afectar a su continuidad de negocio. Este mismo año hemos asistido a grandes ciberataques que han provocado que muchas de las operaciones críticas de las empresas estuviesen paralizadas durante semanas: M&S, Jaguar…
- Pérdidas económicas que se lleven por delante los beneficios de los negocios como consecuencia de tener que contratar a un equipo de respuesta a incidentes o asumir las pérdidas en ventas.
- Pago de sanciones e indemnizaciones si se ven expuestos datos personales de clientes o trabajadores.
Habida cuenta de estas consecuencias, no debe sorprendernos que uno de los consejos para evitar ciberataques contra empresas más comunes sea implementar es la instalación de actualizaciones de seguridad en su software y hardware.
El fin del soporte de Windows 10 y Office 2016 y 2019 implica que las empresas que trabajen con ellos no podrán instalar parches de seguridad porque estos ni siquiera serán creados por Microsoft.
Usar hardware y software obsoleto es una temeridad.
Wannacry nos permite vislumbrar los peligros del fin del soporte de Windows 10 y Office 2016 y 2019
Y es importante tener claro que no estamos hablando desde el terreno puramente hipotético. La hemeroteca está llena de incidentes de seguridad que tuvieron su origen en la explotación de vulnerabilidades en software o hardware obsoleto.
De todos los casos que podemos traer a colación el más relevante involucra, también, a Microsoft. Estamos hablando de WannaCry, un incidente masivo que afectó a cientos de miles de empresas en todo el planeta.
¿Cómo sucedió? Actores maliciosos llevaron a cabo un ataque de ransomware contra cientos de miles de ordenadores sacando provecho de una vulnerabilidad que afectaba al sistema operativo de Windows.
Sin embargo, los atacantes no tuvieron éxito en todos los casos. Porque Microsoft había lanzado un parche de seguridad para sus sistemas operativos que no habían llegado al final de su ciclo de vida. Sin embargo, los sistemas operativos obsoletos estaban desprotegidos. Por lo que WannaCry afectó a un número incalculable de ordenadores con Windows XP, Windows 8 y Windows Server 2023.
En definitiva, la seguridad del software empresarial es crítica para cualquier negocio o profesional. Por ello, es imprescindible que las personas a cargo de la infraestructura tecnológica monitoricen todos los programas y equipos con los que trabaja un negocio y se asegure de que:
- Siguen recibiendo actualizaciones de seguridad y no se tratan de hardware y software End-of-Life.
- Las personas que pueden decidir la compra de nuevos equipos o la contratación de software están al tanto del fin de soporte de los programas y dispositivos que usan.
- Los parches de seguridad se instalan nada más son publicados por las empresas que desarrollan software y hardware.