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El lunes negro en las bolsas pone el foco en cuestiones críticas para las empresas como el futuro de la IA, la bajada de tipos de interés o la evolución de la economía
El lunes 19 de octubre de 1987 los mercados bursátiles mundiales se desplomaron. El Down Jones, el índice más importante del planeta, cayó más de un 22% en tan solo un día. A lo largo del mes, las bolsas de Australia o Hong Kong descendieron más de un 40%. Esta crisis se conoció como Black Monday y recordó a los inversores en bolsas y al mundo entero las letales consecuencias del crack de la Bolsa de 1929 que provocó una crisis económica sin precedentes.
Pues bien, esta misma semana ha tenido lugar un nuevo lunes negro en las bolsas. El índice Nikkei de Tokio registró una caída del 12,4% en tan solo una jornada, el mayor descenso que sufrió desde… el Black Monday de 1987. El efecto tsunami se propagó al resto del mundo según fueron abriendo las demás bolsas. El IBEX español registró su mayor caída en un año. Mientras que el Dow Jones llevaba dos años sin sufrir un descenso tan agudo.
¿Por qué se produjo este lunes negro en las bolsas? Los analistas financieros apuntan a varios motivos:
- Los datos de empleo y crecimiento económico en Estados Unidos apuntan a una desaceleración de la principal economía occidental. Los analistas más pesimistas hablan ya de una posible recesión económica.
- Las subidas del tipo de interés que se han producido en Japón en los últimos meses poniendo fin al tipo del 0%. Mientras el tipo estuvo al 0% muchos inversores realizaron una operación que se conoce como «carry trade» y que consistía en pedir crédito en yenes porque el interés del dinero era 0 y luego invertirlo en otras divisas. Esto desincentivó la inversión en Japón. De ahí que una de las consecuencias del lunes negro en las bolsas es la decisión de su banco central de no subir los tipos a su mayor nivel desde 1995: el 1%.
- Los bancos centrales de Estados Unidos y la Unión Europea mantienen tipos de interés demasiado altos para luchar contra la inflación, pero que desincentivan la inversión empresarial y lastran el crecimiento económico.
- Las bolsas habían experimentado un crecimiento estable durante el último año, de ahí que no sorprenda la necesidad de los mercados bursátiles de reajustarse.
- Las grandes compañías tecnológicas estaba cotizando en máximos, sin embargo, sus resultados económicos no fueron lo suficientemente buenos como para justificar dichas cotizaciones.
- En relación con el motivo anterior, algunos analistas creen que el aumento de cotización de las compañías que desarrollan IA no refleja los resultados que se están obteniendo con esta clase de sistemas, lo que podría conllevar que se haya formado una burbuja de la IA.
¿Cómo reaccionó el mundo al lunes negro en las bolsas? Rápidamente se encendieron las alarmas en todo el planeta ante el temor de que el lunes negro en las bolsas fuese el primer indicio de una crisis financiera global.
Sin embargo, al día siguiente las caídas no prosiguieron, sino que las bolsas experimentaron un efecto rebote. De tal forma que todo indica que no nos encontramos ante el inicio de una crisis. Aún así, existen ciertos indicios que están detrás de lo sucedido y que deben ser tenidos en cuenta por las empresas. ¿Por qué? Un negocio preparado para afrontar una crisis económica está en mejor posición para gestionarla y para salir fortalecido de ella.
A continuación, vamos a repasar cinco lecciones que nos deja el lunes negro en las bolsas y que pueden resultar útiles para todas las empresas.
Los empresarios deben estar informados sobre todo lo que ocurre en el mundo
Un empresario puede pensar que la cifra de creación de empleo de Estados Unidos no le incumbe porque no tiene inversiones en ese país ni es uno de los mercados de su negocio. Sin embargo, el lunes negro en las bolsas ha demostrado, una vez más, todo lo contrario.
Vivimos en un mundo globalizado, para bien y para mal. Hoy en día, una empresa española puede comercializar sus servicios y productos en cualquier parte del mundo, pero también está más expuesta a las consecuencias que puede desencadenar un suceso que ha ocurrido en la otra punta del planeta.
Por eso, es fundamental que los empresarios incorporen a su rutina diaria el acceso a la información económica y financiera más importante.
Esto es aún más cierto en lo relativo a las empresas que operan en diversos países. Si las expectativas en torno a la creación de empleo en la mayor económica del mundo no se cumplen, es muy probable que esto produzca consecuencias como el lunes negro en las bolsas.
La información es poder, un empresario bien informado puede anticiparse a los acontecimientos, tomar medidas basadas en datos con suma rapidez y capear cualquier tipo de temporal. En el mundo de los negocios siempre es mejor ser proactivo que reactivo.
La inversión en bolsa es muy volátil y las criptomonedas muy débiles
Aunque los últimos meses hayan destacado por la calma y la estabilidad de los principales índices bursátiles, el lunes negro en las bolsas nos recuerda que los mercados bursátiles son volátiles y que caídas pronunciadas pueden provocar pérdidas millonarias.
¿Significa esto que las empresas no deben salir a bolsa o que los empresarios no deben invertir en acciones bursátiles? En absoluto. Los índices bursátiles juegan un papel fundamental en la economía y son críticos para muchas empresas que desean dar el salto al siguiente nivel y crecer hasta convertirse en compañías de referencia.
Por otro lado, las acciones son uno de los bienes de inversión clásicos de nuestra sociedad. A lo largo de las décadas han reportado grandes beneficios a los accionistas. El lunes negro en las bolsas no significa que las acciones hayan dejado de ser bienes atractivos o que sean más peligrosos de lo que fueron antaño. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los mercados bursátiles reaccionan a toda clase de anuncios macroeconómicos, así como a los resultados financieros de las empresas cotizadas.
En cambio, el caso de las criptomonedas es bien diferente. Las caídas generales que han sufrido Bitcoin y Etherium, las dos principales criptos del mundo demuestran, una vez más, que el mercado de las criptomonedas está muy expuesto y que los inversores ante situaciones de crisis huyen de él y buscan bienes más sólidos. Al fin y al cabo, las acciones son pequeños pedazos de propiedad de empresas que participan en la economía real y tienen trabajadores, clientes y medios de producción. En cambio, las criptomonedas son productos de alto riesgo y poco transparentes. De ahí que no deba extrañarnos que el lunes negro en las bolsas provocase un desplome inmediato del 13% en el Bitcoin y 18% en Ethereum.
La Inteligencia Artificial está presente en todo lo que sucede hoy en día
Herramientas de Inteligencia Artificial para empresas, la aprobación del reglamento de IA en la Unión Europea, los debates éticos en torno al desarrollo de IA, las dudas con respecto a la sostenibilidad de las soluciones… La Inteligencia Artificial lleva dos años siendo la absoluta protagonista en el mundo empresarial y no solo en el sector tecnológico. Puesto que se prevé que las soluciones de IA contribuirán a mejorar la productividad y reducir los costes de millones de empresas en todo el mundo.
Por eso, no debe sorprendernos que la IA también estuviese presente en el lunes negro de las bolsas. ¿De qué forma? Las mayores damnificadas fueron las empresas tecnológicas y, en especial, aquellas que desarrollan sistemas de Inteligencia Artificial. ¿Por qué?
- Las empresas tecnológicas que desarrollan IA no han obtenido resultados boyantes.
- En cambio, sus cotizaciones han sido muy elevadas en los últimos tiempos.
- La IA ha generado una gran expectación, pero aún está por verse cuán lejos puede llegar esta tecnología disruptiva. De ahí que ante situaciones de incertidumbre, los inversores hayan optado por dejar de invertir en IA y refugiarse en sectores tradicionales que ofrecen más certezas.
- Lo cierto es que por ahora la IA no es rentable y existen cada vez más temores a que lo llegue a ser. Por lo que las inversiones tan elevadas que se han hecho en los últimos años podrían ser meramente especulativas.
¿Qué pueden aprender las empresas a partir del comportamiento de la IA en el lunes negro en las bolsas? Que antes de invertir en estos sistemas es fundamental estudiar con precisión su viabilidad, el impacto que tendrá en el funcionamiento de un negocio y los recursos económicos que va a consumir.
En los últimos meses, hemos visto a empresas lanzarse a la carrera de la Inteligencia Artificial sin meditar adecuadamente cuáles son sus necesidades, qué sistemas de IA necesitan y si es más oportuno desarrollar un sistema de IA propio o contratar uno as-a-Service.
El lunes negro en las bolsas es una aviso a navegantes: la Inteligencia Artificial puede cambiar nuestro mundo, pero aún no tenemos claro que esto vaya a suceder.
Las empresas deben prepararse para una posible recesión en Estados Unidos
Como señalamos al inicio, el gran desencadenante del lunes negro en las bolsas fueron dos noticias que hicieron saltar las alarmas sobre una posible recesión en Estados Unidos:
- El paro subió hasta 4,2% y la cifra de trabajos creados fue inferior a la prevista.
- El índice ISM manufacturero registró 46,8 puntos, lo que supone que estuvo por debajo de la cifra que se considera que indica que la economía estadounidense está en expansión: 50 puntos.
¿Quiere decir esto que Estados Unidos entrará en recesión este año? Los economistas y analistas financieros no se ponen de acuerdo. Por ello mismo, las empresas deben prepararse para este escenario. Ya que si a la recesión en la que se encuentra Alemania sumamos la de Estados Unidos es posible que se produzca una ralentización de la economía mundial y que la española se vea afectada por ello.
Asimismo, claro está, las empresas españolas con intereses en Estados Unidos tienen que tomar aún más medidas para prepararse ante una hipotética crisis económica que pueda lastrar sus resultados.
El precio del dinero puede bajar en Europa e impulsar las inversiones de las empresas
Por suerte, el lunes negro en las bolsas no nos deja solo malas noticias. ¿Por qué? Como señalamos antes, el Banco de Japón descartó su idea inicial de subir, aún más, los tipos de interés.
Además, algunos analistas apuntan a que el lunes negro en las bolsas puede suponer un toque de atención tanto al Banco Central Europeo (BCE) como a la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) para que comiencen a bajar los tipos de interés, una vez que la inflación producida tras la pandemia se ha estabilizado.
Hasta ahora, tanto el BCE como la Fed se han resistido a emprender una política de bajada del tipo de interés del dinero rotunda mientras la inflación no baje más.
La minicrisis del lunes negro en las bolsas puede empujar al BCE y la Fed ha replantearse su estrategia y comenzar una progresiva bajada de los tipos de interés del dinero para incentivar el acceso al crédito, la inversión y el crecimiento económico.
Por ende, muchas empresas que deseen acceder a financiación para impulsar nuevos proyectos o consolidar los que ya tienen en marcha pueden verse tentadas a esperar a una bajada de los tipos de interés.
En definitiva, el lunes negro en las bolsas ha sido la gran noticia económica del verano. Aunque el rebote de las bolsas en los días siguientes ha desactivado las alarmas que se encendieron durante el lunes negro en las bolsas, lo cierto es que sí podemos extraer lecciones interesantes que pueden servir de ayuda a las empresas para afrontar lo que queda de año, así como el 2025.
Así, el lunes negro en las bolsas nos permite vislumbrar que en el futuro próximo las empresas deben estar atentas a la evolución de la economía estadounidense, las oportunidades que se abren ante una posible bajada de los tipos de interés en Europa y los resultados que ofrezca la industria de la Inteligencia Artificial.
Las compañías que estén permanentemente al día de la evolución de la economía mundial y de los sectores estratégicos estarán mejor preparadas para hacer frente a situaciones como la del lunes negro en las bolsas.