Índice
El autodespido de un trabajador es, en realidad, la posibilidad de extinguir un contrato de manera indemnizada por incumplimientos de los empresarios
A lo mejor has escuchado que desde el 3 de abril de 2025 es posible el autodespido de un trabajador en España. Es decir, que un profesional decida dejar su trabajo, pero en vez de dimitir, se autodespida y, así, obtenga una indemnización por despido.
Este rumor tiene su origen en una reforma del Estatuto de los Trabajadores que entró en vigor en dicha fecha y que amplió la redacción del artículo 50 que versa sobre la extinción indemnizada del contrato por voluntad del trabajador.
Lo cierto es que esta reforma no ha creado un supuesto derecho al autodespido de un trabajador, sino que, a partir de la doctrina del Tribunal Supremo, ha especificado dos casuísticas en las que los trabajadores pueden solicitar la extinción de su contrato por sufrir retrasos continuados en el pago de sus salarios o porque los empresarios les adeudan varias mensualidades.
A continuación, vamos a explicarte en qué consiste el autodespido de un trabajador, cómo se debe gestionar la solicitud de extinción de un contrato, cuáles son las consecuencias y cómo se pueden evitar estas situaciones.
El autodespido de un trabajador de forma automática y unilateral no existe en España
Lo que se ha propagado en las últimas semanas a través de las redes sociales es que, ahora, es posible acometer el autodespido de un trabajador de manera automática y conseguir que la empresa tenga que pagar un finiquito.
Precisamente, el abono de una indemnización es lo que diferenciaría a este teórico autodespido de un trabajador de la tradicional dimisión.
Sin embargo, la realidad no es exactamente así. El artículo 50 del Estatuto de los Trabajadores reconoce el derecho a los empleados a solicitar la extinción indemnizada de sus contratos ante incumplimientos continuados de los empresarios que lesionan sus derechos laborales.
Lo que conlleva que el trabajador que desee poner fin a la relación laboral obteniendo una indemnización ha de presentar una solicitud a su empresa en la que se señalen las causas que justifican esta medida.
¿Qué sucede si la empresa no está de acuerdo y se niega a extinguir el contrato de forma indemnizada? El trabajador puede interponer una demanda laboral para que sean los tribunales los que analicen si existen causas justas para que se lleve a cabo la extinción de la relación laboral por incumplimientos recurrentes del empresario.
Circunstancias que habilitan la solicitud de autodespido de un trabajador
Y no cualquier causa es válida para activar el autodespido de un trabajador, sino que el artículo 50 regula tres escenarios:
- La empresa ha procedido a realizar una modificación sustancial de las condiciones de trabajo que:
- a. No ha respetado el procedimiento fijado por el Estatuto de los Trabajadores.
- b. Daña la dignidad del profesional afectado.
- La empresa:
- a. Ha pagado el salario al trabajador con más de 15 días de retraso durante 6 meses en el último año, sin que sea necesario que esta actuación se produjese en meses consecutivos.
- b. No ha abonado tres mensualidades al trabajador en el último año, sin importar que este incumplimiento se llevase a cabo de manera consecutiva.
- c. Ha vulnerado los derechos del trabajador con respecto al pago de su salario en la fecha pactada de otras maneras. De tal forma que los jueces estimen que los incumplimientos son lo suficientemente graves como para validar el autodespido de un trabajador.
- La empresa cometa otros incumplimientos graves que dañen los derechos de los trabajadores. El ET menciona expresamente aquellos casos en que una sentencia judicial estime que una empresa trasladó a un trabajador (movilidad geográfica) o modificó sustancialmente sus condiciones de trabajo sin causas que lo justificasen y el negocio no haya repuesto al trabajador a la situación anterior.
Los jueces, actores relevantes en la gestión del autodespido de un trabajador
¿Qué podemos extraer del difuso listado de causas justas para solicitar el autodespido de un trabajador?
La redacción actual del artículo 50 del Estatuto de los Trabajadores no es lo suficientemente clara y exhaustiva y deja un amplio margen de decisión a los jueces y tribunales de nuestro país.
Sin ir más lejos, la doctrina actual del Tribunal Supremo que inspiró la modificación de este precepto en lo relativo al retraso en el pago de los salarios y el adeudo de los mismos, no es del todo coincidente con el artículo.
¿Por qué? En una sentencia de hace unos meses, el TS validó la extinción indemnizada del contrato de dos trabajadores que habían cobrado sus salarios con retrasos de menos de 15 días, pero durante más de los seis meses fijados por la norma.
Por lo tanto, para saber si el autodespido de un trabajador está justificado es necesario analizar cada caso concreto.
Consecuencias del autodespido de un trabajador para el profesional y la empresa
Como hemos ido apuntando a lo largo del artículo, la clave del autodespido de un trabajador radica en que el profesional pone fin a su contrato y, además, recibe una indemnización como si hubiese sido despedido.
De hecho, para ser exactos la indemnización es análoga a la del despido improcedente: 33 días por año trabajado con un tope máximo de 24 mensualidades.
Además, al extinguirse el contrato por esta vía, el trabajador tiene derecho a disfrutar la prestación por desempleo si cumple los requisitos. Mientras que, si hubiese dimitido, no habría tenido acceso a ella.
Desde la óptica empresarial, aceptar la solicitud de autodespido de un trabajador o perder una demanda judicial presentada por este para extinguir su contrato supone tener que abonarle la indemnización del despido improcedente, que es la más elevada de nuestro ordenamiento jurídico.
De ahí que las empresas deseen evitar a toda costa esta clase de extinción de los contratos laborales.
Cómo pueden evitar las empresas el autodespido de un trabajador
La respuesta corta resulta evidente: no cometer ninguno de los incumplimientos incluidos en el artículo 50 del Estatuto de los Trabajadores. Y, en especial, pagar los salarios a tiempo a sus empleados.
En la mayoría de ocasiones no existe mala fe por parte del empresario al retrasarse en el abono de las nóminas o no pagarlas durante varios meses, sino que estas prácticas lesivas de los derechos de los trabajadores son consecuencia de una deficiente planificación financiera.
¿De qué manera se pueden evitar estas situaciones?
- Es recomendable que las empresas dispongan de asesores contables que les permitan realizar previsiones de ingresos y gastos y contar con la suficiente liquidez como para abonar los salarios en tiempo y forma.
- Hoy en día, los negocios tienen a su disposición soluciones como un programa de facturación y contabilidad que permiten calcular los salarios, generar los pagos automáticamente de forma mensual y enviar remesas de pagos a los bancos con facilidad para que las nóminas se paguen dentro de las fechas pactadas entre empresas y negocios. Además, el programa de facturación también permite crear los asientos contables correspondientes a los salarios y enviar toda la información a los gestores para que elaboren las nóminas (días trabajados, horas realizadas, horas extra, comisiones, etc.).
- En casos de problemas puntuales es recomendable negociar con los trabajadores para evitar conflictos que escalen y desencadenen la solicitud de autodespido de un trabajador o de varios profesionales.
- Si los problemas económicos se agravan o se van a extender en el tiempo, la empresa debe recurrir a las vías legales que tiene a su disposición como poner en marcha un ERE.
¿Cómo se debe actuar si un trabajador solicita la extinción indemnizada de su contrato, pero la empresa no considera haber incurrido en ningún incumplimiento grave y continuado?
Es fundamental contar con el asesoramiento de un abogado laboralista que analice el caso y diseñe una estrategia legal para defender los intereses de la empresa.
En este sentido, resulta de enorme ayuda disponer de documentos que demuestren que la empresa cumplió con sus deberes a la hora de abonar los salarios al trabajador que solicita la extinción indemnizada de su contrato: nóminas, recibos, asientos contables, etc.
A modo de conclusión, podemos señalar que no existe el derecho al autodespido de un trabajador de manera unilateral y automática.
Sin embargo, tanto la ley como los tribunales sí avalan la extinción voluntariamente del contrato de trabajo y la recepción de una indemnización análoga a la del despido improcedente cuando el empresario haya incumplido de manera continuada sus obligaciones en materias tan sensibles como el abono de los sueldos o la modificación sustancial de las condiciones de trabajo sin causa justificativa.