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La reducción de la jornada laboral en las empresas españolas se encuentra actualmente en fase de negociación y se espera que sea aprobada en 2025
Cuando el nuevo Gobierno vio la luz a finales del año 2023, se anunció que una de las medidas estrella de su programa sería la reducción de la jornada laboral por ley.
Así, en el último año se ha llevado a cabo una negociación tripartita entre el Ministerio de Trabajo, la patronal y los sindicatos para intentar pactar la reducción de la jornada laboral, así como el calendario de aplicación de esta medida, modificaciones en el registro horario y la puesta en marcha de bonificaciones sociales y subvenciones para ayudar a las pymes a afrontar un cambio trascendental para los trabajadores, pero también para las empresas.
Sin embargo, la negociación no ha llegado a buen puerto porque la patronal, por un lado, y el Ministerio de Trabajo y los sindicatos, por otro, difieren en cuestiones claves como el número de horas extra que pueden hacer los trabajadores a lo largo del año o el papel de la negociación colectiva en esta cuestión crítica.
En esta guía sobre la reducción de la jornada laboral repasamos las claves de la negociación de una medida que puede afectar a casi 13 millones de trabajadores. Para ello, vamos a resolver las principales dudas que tienen empresarios y empleados ante un cambio de gran envergadura.
¿Cuál será la jornada máxima fijada por ley?
Desde 1983, la jornada laboral máxima en España es de 40 horas semanales. En estos 40 años se han producido cambios profundos en el tejido productivo y la sociedad. Sin ir más lejos, en 1983 la digitalización, la robotización o la Inteligencia Artificial parecían ideas de ciencia ficción.
Por eso, el Ministerio de Trabajo propuso la reducción de la jornada laboral de las 40 horas actuales hasta:
- Las 38,5 horas en 2024.
- Las 37,5 horas en 2025.
Eso sí, esta reducción de la jornada laboral no afectará al sueldo. De tal manera que los trabajadores beneficiados por esta medida seguirían cobrando lo mismo que cuando trabajaban 40 horas semanales.
Por otro lado, es importante destacar que la patronal ha señalado, desde el inicio de la negociación de la reducción de la jornada laboral, que la jornada máxima ya es más corta en múltiples empresas. ¿Por qué?
Algunos convenios colectivos y acuerdos de empresa ya establecen jornadas laborales máximas por debajo de las 40 horas fijadas por ley.
¿Cuáles son los principales escollos de la reducción de la jornada laboral?
Como apuntamos antes, las diferencias entre los empresarios y el Gobierno y los sindicatos se han focalizado en dos grandes ámbitos.
La pérdida de relevancia de la negociación colectiva
La patronal no se cierra en banda a la reducción de la jornada laboral, sino que defiende que debe abordarse a través de la negociación colectiva. Es decir, mediante los convenios colectivos y los acuerdos de empresa. ¿Por qué?
- La Constitución Española establece en su artículo 37.1 «el derecho a la negociación colectiva laboral entre los representantes de los trabajadores y empresarios, así como la fuerza vinculante de los convenios». E imponer por ley la reducción de la jornada laboral iría en contra del espíritu de la Constitución y restaría autonomía a los agentes sociales.
- Fijar la reducción de la jornada laboral por ley supone dejar sin efecto lo pactado en cientos de convenios y acuerdos que están en vigor.
- Negociar la jornada laboral máxima a través de convenios colectivos y acuerdos de empresa permite a los empresarios y a los sindicatos tener en cuenta las peculiaridades de cada sector económico y cada negocio. En una gran empresa que opera en un sector fuertemente robotizado puede resultar mucho más sencillo y viable pactar la reducción de la jornada laboral. En cambio, para una pyme con un nivel de digitalización bajo, la reducción de la jornada laboral puede suponer un desafío mayúsculo. Así, los empresarios defienden que la reducción de la jornada laboral es plausible en los sectores más productivos de la economía española, pero puede resultar perjudicial en los ámbitos con índices de productividad bajos.
El tope de 80 horas extra al año
La otra gran cuestión que ha alejado a la patronal de llegar a un acuerdo con el Ministerio de Trabajo y los principales sindicatos (CCOO y UGT) es la modificación del tope legal a la realización de horas extra.
Actualmente, el Estatuto de los Trabajadores establece que «el número de horas extraordinarias no podrá ser superior a ochenta al año».
¿Qué propone la patronal? Aumentar el límite de 80 horas extraordinarias al año para que la reducción de la jornada laboral se pueda compensar con la realización de horas extra en caso de que la operatividad de la empresa así lo requiera. Por ejemplo, para una consultora puede resultar crítico que sus profesionales realicen horas extra durante el último trimestre del año cuando tiene que cerrar un amplio número de proyectos para sus clientes.
¿Qué dicen los sindicatos? Tanto UGT como CCOO se han opuesto de manera expresa a la posibilidad de aumentar el tope de horas extra en nuestro país. Además, abogan porque se fije mediante ley que el importe de las horas extraordinarias debe ser el 125% del de las ordinarias. El Ministerio de Trabajo también manifestó su oposición a esta reforma, lo que alejó aún más a la patronal.
¿Va a haber reducción de la jornada laboral antes de que termine 2024? ¿Y en 2025?
Así las cosas, parece evidente que ya no hay margen de maniobra para reducir la jornada laboral en 2024. Esto implica que la promesa del Gobierno de reducir la jornada máxima a 38,5 horas en 2024 no se va a cumplir.
Igualmente, tras la última reunión llevada a cabo el 21 de noviembre, parece evidente que la patronal no va a sumarse al acuerdo y el Gobierno ya habla abiertamente de aprobar la reducción de la jornada laboral sin contar con el sí de los empresarios.
Asimismo, el Ministerio de Trabajo ha anunciado que:
- El acuerdo con los sindicatos es inminente, puesto que solo quedan aspectos técnicos por solventar.
- Renuncia a implementar la reducción de la jornada laboral por tramos, sino que apuesta por establecer directamente la jornada máxima de 37,5 horas semanales antes del 31 de diciembre de 2025.
- Ya está en marcha la consulta pública del anteproyecto de ley para aprobar la reducción de la jornada laboral y poder llevarla al Congreso de los Diputados lo antes posible. Además, el trámite parlamentario se realizará por la vía de urgencia para agilizar su aprobación.
Pero… ¿puede salir adelante la reducción de la jornada laboral sin el apoyo de los empresarios? Aquí radica el quid de la cuestión. Como bien ha demostrado la agónica negociación de la reforma fiscal, la mayoría que sostiene al Gobierno es demasiado heterogénea y sus posturas en temas críticos son abiertamente dispares.
No existen dudas de que los partidos de izquierda apoyarán la reducción de la jornada laboral. Sin embargo, el Gobierno también necesita los votos del PNV y Junts. Contar con el respaldo de la patronal a esta medida facilitaría la obtención de los votos favorables de ambas fuerzas políticas. En cambio, si los empresarios no se suman al acuerdo, resultará mucho más arduo que den el sí a la reducción de la jornada laboral hasta las 37,5 horas semanales.
¿Cuál es la principal arma del Gobierno para sacar adelante esta reforma? La reducción de la jornada laboral máxima cuenta con un amplio respaldo social según diversas encuestas. Así, se estima que dos de cada tres ciudadanos están a favor de esta medida. Y que, incluso, el apoyo a la misma es mayoritario entre los votantes de PP y VOX.
¿Se aprobarán medidas para ayudar a las empresas a acometer la reducción de la jornada laboral?
¿Qué ofreció el Ministerio de Trabajo a la patronal para atraerla hacia el acuerdo?
- La puesta en marcha del plan Pyme 375 para empresas y autónomos con menos de 10 trabajadores y una facturación inferior a los 2 millones de euros. Este plan consistiría en:
- La bonificación durante 12 meses de las cotizaciones a la Seguridad Social por contingencias comunes tras:
- Realizar la contratación de un profesional de forma indefinida a tiempo completo o parcial (la duración de la jornada deberá ser superior al 50% de la jornada a tiempo completo). Dicha contratación deberá suponer un aumento neto de la plantilla de la empresa y deberá mantenerse dicho aumento durante al menos 3 años.
- Convertir a un empleado a tiempo parcial en trabajador a tiempo completo.
- La puesta a disposición de las empresas de guías por sectores, puntos de información y planes de formación gratuitos para las empresas de hasta 10 trabajadores y los autónomos.
- La bonificación durante 12 meses de las cotizaciones a la Seguridad Social por contingencias comunes tras:
- Ayudas directas de hasta 6.000 euros para ayudar a mejorar la productividad de las empresas con menos de 5 trabajadores que operan en 5 sectores que se pueden ver especialmente afectados por la reducción de la jornada laboral:
- Agricultura
- Comercio.
- Hostelería.
- Limpieza.
- Peluquerías.
Si, finalmente, los empresarios no se suman al acuerdo… ¿qué pasará con estas medidas? Como mecanismo de presión el Gobierno planteó que este paquete de medidas para pymes y autónomos no se implementaría si la patronal no se posicionaba a favor de la reducción de la jornada laboral. Ahora que parece descartado el apoyo de la patronal, el Ministerio de Trabajo ha vuelto a incidir que en estas medidas de apoyo a las pymes no se incluirán en el proyecto de ley.
Sin embargo, resulta lógico pensar que se recuperen estas medidas u otras similares durante el trámite parlamentario y como una forma de atraer los votos del PNV y Junts.
Asimismo, debemos tener en cuenta que las bonificaciones y las ayudas directas pueden ser esenciales para:
- Paliar el impacto de la reducción de la jornada laboral en las pequeñas y medianas empresas.
- Fomentar la productividad de las pymes mediante la realización de inversiones en tecnología o asesoramiento empresarial.
- Incentivar la contratación de nuevos trabajadores o la conversión de empleados a tiempo parcial en trabajadores a tiempo completo.
- Potenciar la formación de los profesionales para lograr que sean más productivos y adquieran nuevas capacidades.
¿Cuáles pueden ser las consecuencias de la reducción de la jornada laboral en las empresas?
Precisamente, el impacto de esta medida en los negocios es una de las cuestiones capitales del debate en torno a la reducción de la jornada laboral.
En este sentido, los empresarios sostienen que la necesidad de contratar a más personal para compensar la reducción de la jornada laboral de la plantilla puede suponer un aumento del coste operativo difícil de asumir para las microempresas y los autónomos. De tal manera que esta medida supondría una discriminación para las pymes con respecto a las grandes empresas que se podrían adaptar con mayor facilidad a la reducción de la jornada laboral.
Igualmente, las empresas que no opten por reforzar sus plantillas pueden sufrir pérdidas económicas asociadas a abrir menos horas (hostelería, comercio…) o verse obligadas a asumir una carga de trabajo inferior (despachos de abogados, clínicas, estudios de arquitectura…).
¿Cuáles serán las consecuencias positivas de implementar la reducción de la jornada laboral en las empresas españolas?
- Se facilitará la conciliación de la vida familiar y la profesional.
- Se reducirá el nivel de cansancio de los profesionales.
Estas ventajas para los trabajadores pueden redundar en un beneficio crítico para las empresas: el aumento de la productividad de sus plantillas. ¿Por qué? Unos trabajadores más descansados y contentos pueden tener un ritmo de trabajo mayor y llevar a cabo las mismas tareas en menos tiempo.
De hecho, múltiples estudios sobre el impacto de la reducción de la jornada laboral y la implementación de una semana laboral de 4 días han demostrado que la productividad no se ve lastrada por esta clase de medidas.
Al contrario, una consecuencia clave de la reducción de la jornada laboral es que obliga a las empresas a optimizar sus procedimientos y formas de trabajar para lograr hacer lo mismo (o más) dedicándole menos tiempo.
En este sentido, resulta esencial disponer de herramientas tecnológicas y software de gestión para poder automatizar tareas administrativas y mejorar los procesos internos.
¿Cómo se comprobará que la reducción de la jornada laboral no se compensa con horas extras no registradas?
Aunque en nuestro país ya es obligatorio registrar la jornada de los trabajadores, se han detectado muchas deficiencias a este respecto. Por eso, junto a la reducción de la jornada laboral se plantean dos medidas directamente relacionadas con ella:
- El incremento de las sanciones que puede imponer la Inspección de Trabajo por incumplir la obligatoriedad de registrar debidamente el horario de cada profesional. Hasta ahora las multas son de 7.500 euros por empresa. El Ministerio de Trabajo ha abierto la puerta a que las multas sean de 7.500 por cada trabajador.
- Imponer el uso de software para controlar el horario de los trabajadores que:
- Impida la alteración indebida de los registros horarios.
- Permita a la Inspección de Trabajo acceder a la información de manera telemática.
¿Qué se busca con estas medidas?
- Desincentivar que las empresas no lleven a cabo un registro horario riguroso.
- Limitar las horas extras que se realizan sin que sean compensadas con días de descanso o económicamente.
- Facilitar que la Inspección de Trabajo pueda comprobar que los negocios aplican la reducción de la jornada laboral y no se excede el tope de 80 horas extraordinarias al año por trabajador.
En definitiva, tras un año de negociación, la reducción de la jornada laboral ha entrado en una fase crítica. En los próximos meses se terminarán de perfilar todos los detalles sobre:
- El proceso de adaptación.
- Las medidas que se pondrán en marcha para ayudar a las pymes a implementarla.
- Las modificaciones que se aprobarán en materia de registro horario.
- El deber de todas las empresas españolas de disponer de un software de gestión con control horario o herramientas similares y que cumplan con las exigencias legales.